Sé positivo
En nuestra protección convergen 3 sistemas: el defensivo (inmunológico), el endocrino y el nervioso. Se ha demostrado que cuando una persona sufre cierta disfunción o trauma emocional, ese hecho que sólo debería repercutir en el sistema nervioso central la hace, sin embargo, más sensible. Y, a la inversa, tener una visión positiva de la vida, ser optimista, agradable, esforzarse por superarse… puede ayudar.
Vigila tu peso
La obesidad y el sobrepeso son un factor de riesgo El sobrepeso puede alterar el funcionamiento de la insulina, la hormona encargada de facilitar energía a las células para que no se debiliten. Cuida tu alimentación: no abuses de las grasas ni los azúcares; mantén una buena alimentación que incluya 5 piezas de verdura y fruta diarias..
Mantente hidratado
Bebe de 1,5 a 2,5 litros de agua . Resulta clave mantener una buena hidratación. Bebe 8 vasos de líquido al día (puedes ayudarte con infusiones, tes, refrescos light, zumos naturales…).
Ayuda a tu flora intestinal
Te recomendamos ayudar a tu flora intestinal.. ¿Una forma de cuidarla?. Toma por ejemplo yogur, kéfir, leche fermentada, derivados de la soja, espárragos, plátanos, etc.
Duerme 8 horas diarias
Según un estudio del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig (Alemania), dormir 7-8 horas al día mejora la respuesta del sistema inmunológico, ya que gran parte de las células defensivas se generan durante el sueño.
Toma más Vitamina C
Búscala en las verduras. Una alimentación variada debe contener una buena dosis de vegetales, los grandes olvidados al aconsejar tomar vitamina C natural. Unas espinacas frescas son más ricas en vitamina C que las naranjas e incluso que los kiwis (más ricos en ella).
Que no te falte el hierro
Se encuentra por ejemplo en carnes rojas, aves, pescados, judías, lentejas, panes integrales, yemas de huevo y verduras verdes. Su función más importante es que participa en la respiración; es el encargado de transportar el oxígeno y el dióxido de carbono. Es un elemento muy activo en la formación de energía para todas las células, una función muy importante que hay que proteger.